Sobre las canciones rítmicas

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Las canciones grabadas por “El Rabeig. Un espai on créixer” tienen por finalidad favorecer el desarrollo adecuado de todas las funciones rítmicas; mediante las canciones y juegos (con sus melodías, cambios de tonos de voz, gesticulaciones, movimientos…) en un ambiente ludicofestivo queremos favorecer un ámbito de crecimiento armónico para l@sniñ@s.

El desarrollo de la función rítmica se da con su ejercicitación desde el juego, desde la experiencia vital. El método CEMEDETE se funda en la comunicación amorosa entre el niñ@ y el educador@ a través del acto lúdico, en este ámbito relacional la música, el canto y la danza tienen un espacio fundamental, casi sagrado.

Las canciones que tenéis a vuestra disposición a continuación intentan ser una sencilla herramienta para realizar ejercicios y juegos que estimulen el desarrollo natural de la inhibición y control. En las tres primeras etapas de desarrollo (e. neonatal, de suelo, bipedestación) el desarrollo del sentido rítmico se centra en la elaboración de secuencias motoras y de los circuitos automáticos de respuesta coordinada. A partir de la etapa de monopedestación el desarrollo acentúa cada vez con mayor importancia la creación de “circuitos de inhibición y control”, de los circuitos de conducta y sobretodo aparecen los primeros conceptos del ritmo como base del código del conocimiento.

La secuencia de los estímulos adecuadamente ordenados por la capacidad rítmica de nuestro cerebro, da lugar a la base de las primerasapariciones del pensamiento simbólico y de la información codificada de “lo concreto” como paso previo a “lo abstracto.”

De aquí la importancia y la trascendencia que tiene el correcto y armónico desarrollo de la función rítmica y de su derivación en forma de “inhibición y control”.

Por este motivo, desde “El Rabeig. Un espaioncréixer” siguiendo las directrices del método CEMEDETE ha elaborado un material pedagógico para trabajar la función rítmica y el esquema corporal a través de canciones en las primeras etapas de desarrollo (desde la etapa neonatal a la de lateralización). El ritmo con la música es el vehículo que con mayor facilidad nos permite llegar a lo más íntimo de nuestr@sniñ@s y sumergirlos en el maravilloso mundo del crecimiento desdeel encuentro con el tu, desde el amor. Y las canciones infantiles son una herramienta fundamental en el desarrollo psicomotriz de las criaturas.

Observar como las criaturas se mueven al compás de una múscia pegadiza es un buen indicador de su capacidad expresiva; nos da información relevante de cómo ha organizado las etapas psicomotrices anteriores y sobre como posiblemente organizará las siguientes.

Toda canción infantil posee un ritmo de base que prende al/la niñ@ en sus ritmos viscerales (ya desde la etapa fetal), sobre estos ritmos se producirá una respuesta cuya creatividad dependerá de los contenidos que por su madurez posea el/la niñ@. Y en este contexto es dónde el familiar, educador/a, terapeuta podrá intervenir pedagógicamente para favorecer el desarrollo partiendo de la madurez de la criatura y lanzándolo a la aventura de nuevos aprendizajes de forma armónica.

El fenómeno bioeléctrico activación-inhibición, está enraizado en toda la trama rítmica. La canción infantil, con sus melodías repetitivas (como recitativos) favorecen la ejecución del procesos de activación-inhibición, estimulando el desarrollo y promoviendo la expresión corporal, verbal y musical hacia afuera, no centrado en uno mismo sino hacia el otro, hacia el tu que se entrega a él desde el diálogo corporal, verbal y musical. Y de da un crecimiento extraordinario en  la comunicación desde el ser.

La canción infantil está presente desde el primer momento en la de vida del bebé[1], donde una nana de ritmo cálido y repetitivo (recitativo) facilitará la recuperación de la armonía (después de un llanto, espanto, inquietud por hambre o malestar general…) o sumergirá al tierno en un sueño rítmico y sereno. Efecto que se produce no sólo en los recién nacidos sino característica que se mantiene a lo largo del desarrollo y que en la vida adulta se puede reconocer fácilmente, por ejemplo, en el canto de los himnos gregorianos o en una salmodia cantada en recitativo por una comunidad monástica, que además de elevarnos el alma hacia Dios, nos da serenidad y nos devuelve una armonía fundamental.

Como contraste, un ritmo de charanga activa y permite la realización de un esfuerzo físico que en otras condiciones se realizaría con mayor dificultad.

El mundo del ritmo es una herramienta fundamental para trabajar el desarrollo con l@sniñ@s, en que uno se sumerge desde la etapa neonatal y no tiene fin! Acompaña el desarrollo desde sus inicios en el gran juego que es la Vida.

Las canciones que proponemos a continuación pretenden ser una muestra y un recurso pedagógico que sirvan como punto de partida y orientación para las familias, educadores, terapeutas,… para trabajar el ritmo en la educación básica de l@sniñ@s.

Las distintas melodías intentan estar ordenadas según su complejidad. Partiendo de las etapas de desarrollo contempladas en el método CEMEDETE se muestra como trabajar el ritmo gradualmente según el nivel madurativo de l@sniñ@s. Aunque algunas de las canciones propuestas se pueden usar en etapas anteriores desde las consignas de las etapas correspondientes a la madurez del/la niñ@ (p. ej. para mecer o balancear).

Es importante de destacar que las etapas no se superan, sino que se complementan. Es decir, las propuestas iniciales (p. ej. recitativos, melodías gregorianas…) que se pueden usar desde la etapa Neonatal, siguen siendo de útil servicio para la educación en las etapas sucesivas y herramienta para el desarrollo. No obstante las propuestas de etapas posteriores no es conveniente utilizarlas si no se ha llegado al nivel madurativo correspondiente ya que en vez de facilitar el desarrollo pueden ser vividas como obstaculizadores o elementos irritativos que lleven a situaciones desarmonía (p. ej. Trabajar la lateralización cuando aún no se ha consolidado la etapa de bipedestación). Se tiene que evitar situaciones de irritabilidad, disarmonía o exaltación, puesto que estos estados de conciencia son poco favorecedores para efectuar los procesos de conexión neuronal en los que se basa fundamentalmente la fisiología del desarrollo. Y siempre buscar un enclave terapéutico lúdico donde el/la niñ@ sea sujeto activo de su propio desarrollo, no un espectador fascinado con lo que sucede en su entorno, teniendo en cuenta sus capacidades de organización de las vivencias.

Conviene recordar que en las primeras etapas de la niñez (aprox. hasta los 7 años) el aprendizaje es principalmente por imitación. En esta situación los adultos de referencia (padres, maestr@s, educador@s) deben procurar ser un buen ejemplo a imitar. Y también es importante tener en mente que en nuestra cultura occidental el binomio materia-espíritu se vive fácilmente como una dualidad enfrentada, en la que el cuerpo encarna lo despreciable materia. Una de nuestras tareas es enseñar a través de lo concreto, y lo más concreto es nuestro propio cuerpo. Y desde éste trabajar las distintas dimensiones que les ayudan a desarrollarse como personas. Aprender a amar el propio cuerpo en su lugar adecuado, desde las propias valoraciones subjetivas y desde la aceptación de uno mismo; para la vertebración de la propia identidad y las conductas que aprenden. Solamente con el desarrollo del propio cuerpo se puede llegar al espíritu. Desde lo que denominamos la corporeidad, se va tejiendo el esquema corporal que ayudará al/la niñ@ a “ser” como persona.

Trabajando de manera armónica desde las distintas etapas de desarrollo, con la imaginación y la creatividad de los que participan de este proceso y teniendo en cuenta la madurez del /la niñ@, poco a poco se conseguirá que esta actividad de expresión corporal y musical se convierta en una vivencia de sensaciones lúdicas de complejidad creciente que facilitaran el desarrollo del pensamiento abstracto, la capacidad de inhibición y control, de relación intersubjetiva, etc. La experimentación corporal es la base del conocimiento. Y como familiares, educadores y terapeutas podemos brindar a l@spequeñ@s un camino adecuado para su propia realización armónica como seres humanos, como personas (desde la Ley de armonía, principio de la adecuación).

[1] Es de interés para esta etapa el documento de “El Rabeig. Un espai on créixer” sobre masaje infantil.